Amor En Linea En Quebrada Seca (Yoro)

Amor en linea en Quebrada seca (Yoro)









am a pm Corte de ramas próximas a la Línea L RS A San Lorenzo Aldea El Porvenir del Norte, Quebrada de Yoro, Residencial El Porvenir, Brisas de La Libertad. Agua Arroyo, Quebrada Seca, Plantel Cordon, Col. 13 de Julio, Repetidora H.R.V.C., Cementerio Jardín de Amor Eterno. de brindar reubicación de línea troncal en cercanías del Aeródromo Río UTH; Mall Megaplaza; Colonia Marvin Reyes; Quebrada Seca; Aldea el Restaurante la Cabaña; Rastro Municipal; Quebrada de Yoro José del Negrito; Jardines del Amor eterno; Aldea Brisas del Norte; Brisas de la Libertad. de Olanchito, departamento de Yoro, tiene su sustento legal en la “Ley de . en las zonas ubicadas en las vertientes de agua, ríos, riachuelos, quebradas en la margen izquierda, a siete kilómetros aproximadamente en línea Se entiende la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.

Así quieren los mistis. Eres mujer, no sirves para ella. Despreciaba al Kutu; sus ojos amarillos, chiquitos, cobardes, me hacían temblar de rabia. Al principio yo lo acompañaba. Uno, dos, tres…, cien zurriagazos; las crías se retorcían en el suelo, se tumbaban de espaldas, lloraban; y el indio seguía, encorvado, feroz.

Me sentaba en un rincón y gozaba. Yo gozaba. Hablaba en voz alta para engañarme, para tapar el dolor que encogía mis labios e inundaba mi corazón. Pero ya en la cama, a solas, una pena negra, invencible, se apoderaba de mi alma y lloraba dos, tres horas. Hasta que una noche mi corazón se hizo grande, se hinchó. El llorar no bastaba; me vencían la desesperación y el arrepentimiento. Salté de la cama, descalzo, corrí hasta la puerta; despacio abrí el cerrojo y pasé al corredor. De dos saltos bajé al corredor y atravesé corriendo el callejón empedrado, salté la pared del corral y llegué junto a los becerritos.

Ahí Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) Zarinacha, la víctima de esa noche; echadita sobre la bosta seca, con el hocico en el suelo; parecía desmayada. Me abracé a su cuello; la besé mil veces en su boca con olor a leche fresca, en sus ojos negros y grandes.

Junté mis manos y, de rodillas, me humillé ante ella. Zarinacha me miraba seria, con su mirada humilde, dulce. Y una ternura sin igual, pura, dulce, como la luz en esa quebrada madre, alumbró mi vida. A la mañana siguiente encontré al indio en el alfalfar de Capitana. El cielo estaba limpio y alegre, los campos verdes, llenos de frescura. En Viseca ya no sirves. Sus ojos opacos me miraron con cierto miedo.

Un becerrito es como una criatura. Resentido, penoso como nunca, se largó al galope en el bayo de mi tío. Dos semanas después, Kutu pidió licencia y se fue. Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz. Amor que quiere libertarse para volver a amar. Amor divinizado que se acerca Amor divinizado que se va. Fui tuyo, fuiste mía. Juntos hicimos un recodo en la ruta donde el amor pasó. Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste. Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy. Desde tu corazón me dice adiós un niño.

Y yo le digo adiós. Eran de hierro sus ramales y de fuego muerto sus ojos? Y la ballena tricolor por qué me atajó en el camino? Y dónde se quedan colgados sus pantalones amarillos? Verdad que parece esperar el Otoño que pase algo?

Sabe que no lo quise nunca y que tampoco me quería? Por qué anduvimos tanto tiempo creciendo para separarnos? Por qué no morimos los dos cuando mi infancia se murió?

Y si el alma se me cayó por qué me sigue Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) esqueleto? Quién oye los remordimientos del automóvil criminal? Por qué en las épocas oscuras se escribe con tinta invisible? Por qué me pican las pulgas y los sargentos literarios?

Qué cuentan de nuevo las hojas de la reciente primavera? Las hojas viven en invierno en secreto, con las raíces? Por Qué No Nací Misterioso? Por qué no nací misterioso? Por qué crecí sin compañía? Quién me mandó desvencijar las puertas de mi propio orgullo?

Y quién salió a vivir por mí cuando dormía o enfermaba? Qué bandera se desplegó allí donde no me olvidaron? Y cuando se muda el paisaje son tus manos o son tus guantes? Cuando canta el azul del agua cómo huele el rumor del cielo?

O son olas petrificadas o juego inmóvil de la espuma? No se ha incendiado la pradera con las luciérnagas salvajes? Los peluqueros del otoño despeinaron los crisantemos? No es mejor nunca que tarde? Y por qué el queso se dispuso a ejercer proezas en Francia?

Olfatea el gas de sus muertos? Le dan a comer las cenizas de tantos niños calcinados? O le han dado desde su muerte de beber sangre en un embudo? O le martillan en la boca los arrancados dientes de oro? Qué diría José Martí del pedagogo Marinello? Qué sigue pagando el Otoño con tanto dinero amarillo?

Alma Mía! Alma mía! Raíz de mi sed viajera, gota de luz que espanta los asaltos del mundo. Flor mía. Flor de mi alma. Terreno de mis besos. Remolino de arrullos. Agua viva que escurre su queja entre mis dedos. Te parió mi nostalgia, Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) sed, mi ansia, mi espanto.

Y estallaste en mis brazos como en la flor el fruto. Zona de sombra, línea delgada y pensativa. Enredadera crucificada sobre un muro.

Canción, sueño, destino. Flor mía, flor de mi alma. En la alta noche mi alma se tuerce y se destroza. Para esta inmensidad ya no hay nada en la tierra. Ya no hay nada. Se revuelven las sombras y se derrumba todo. Caen sobre mis ruinas las vigas de mi alma. No lucen los luceros acerados y blancos. Todo se rompe y cae. Soledad de la noche. Soledad Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) mi alma. El grito, el alarido. Ya no hay nada en la tierra!

Sólo la sombra estéril partida por mis gritos. Y la pared del cielo tendida contra mi alma! Entonces eres y te buscaba entonces. Eres labios de beso, fruta de sueños, todo. Te llamo y me respondes! Luminaria de luna sobre los campos solos. La delgada caricia que te hace arder entera.

Los dos brazos que emergen como juncos de asombro. Todo tu cuerpo ardido de blancura en el vientre. Las piernas perezosas.

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Las rodillas. Los hombros. La cabellera de alas negras que van volando. Las arañas oscuras del pubis en reposo. Cómo se llama la tristeza en una oveja solitaria? Y qué pasa en el palomar si aprenden canto las palomas? Por qué me muevo sin querer, Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) qué no puedo estar inmóvil? Por qué voy rodando sin ruedas, volando sin alas ni plumas, y qué me dio por transmigrar si viven en Chile mis huesos? Tendré mi olor y mis dolores cuando yo duerma destruido?

Quién despierta al sol cuando duerme sobre su cama abrasadora? Verdad que es ancha la tristeza, delgada la melancolía? Yo te amo para comenzar a amarte, para recomenzar el infinito y para no dejar de amarte nunca: por eso no te amo todavía.

Santiago Chamba Requinto Ecuatoriano/ Marcelo Rueda / Pasillo Lloro por tu amor


Te amo y no te amo como si tuviera en mis manos las llaves de la dicha y un incierto destino desdichado. Mi amor tiene dos vidas para armarte. Por eso te amo cuando no te amo y por eso te amo cuando te amo.

De conversaciones gastadas como usadas maderas, con humildad de sillas, con palabras ocupadas en servir como esclavos de voluntad secundaria, teniendo Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) consistencia de la leche, de las semanas muertas, del aire encadenado sobre las ciudades.

La cordura me envuelve de piel compacta de un color reunido como una culebra: mis criaturas nacen de un largo rechazo: ay, con un solo alcohol puedo despedir este día que he elegido, igual entre los días terrestres. Voy lleno de esas aguas dispuestas profundamente, preparadas, durmiéndose en una atención triste. Cómo se reparten el sol en el naranjo las naranjas? Venía de una boca amarga la dentadura de la sal? Es verdad que vuela de noche sobre mi patria un cóndor negro? Cómo agradecer a las nubes esa abundancia fugitiva?

De dónde viene el nubarrón con sus sacos negros de llanto? Dónde se fueron las Donaldas, las Clorindas, las Eduvigis? El vino mueve la primavera, crece como una planta la alegría, caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto.

Amor mío, de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa, tu pecho es el racimo, la luz del alcohol tu cabellera, las uvas tus pezones, tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija, y tu amor la cascada de vino inextinguible, la claridad que cae en mis sentidos, el esplendor terrestre de la vida.

Pero no sólo amor, beso quemante o corazón quemado eres, vino de vida, sino amistad de los seres, transparencia, coro de disciplina, abundancia de flores.

Amo sobre una mesa, cuando se habla, la luz de una botella de inteligente vino. Casa Tal vez ésta es la casa en que viví cuando yo no existí ni había tierra, cuando todo era luna o piedra o sombra, cuando la luz inmóvil no nacía. Tal vez entonces esta piedra era mi casa, mis ventanas o mis ojos. Me recuerda esta rosa de granito algo que me habitaba o que habité, cueva o cabeza cósmica de sueños, copa o castillo o nave o nacimiento. Toco el tenaz esfuerzo de la roca, su baluarte golpeado en la salmuera, y sé que aquí quedaron grietas mías, arrugadas sustancias que subieron desde profundidades hasta mi alma, y piedra fui, piedra seré, por eso toco esta piedra y para mí no ha muerto: es lo que fui, lo que seré reposo de tu combate tan largo como el tiempo.

No puede matarte también un beso de la primavera? Crees que el luto te adelanta la bandera de tu destino? Y encuentras en la calavera tu estirpe a hueso condenada?

Amor Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte la leche de los senos como de un manantial, por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte en la risa de oro y la voz de cristal. Por qué me preguntan las olas lo mismo que yo les pregunto? Y por qué golpean la roca con tanto entusiasmo perdido? No se cansan de repetir su declaración a la arena? Lamento Lento En la noche del corazón la gota de tu nombre lento en silencio circula y cae y rompe y desarrolla su agua.

Algo quiere su leve daño y su estima infinita y corta, como el paso de un ser perdido de pronto oído. De pronto, de pronto escuchado y repartido en el corazón con triste insistencia y aumento como un sueño frío de otoño. Sus copas duras cubren tu alma derramada en la tierra fría con sus pobres chispas azules volando en la voz de la lluvia. Aquel Solemne Senador Aquel solemne Senador que me atribuía un castillo devoró ya con su sobrino la torta del asesinato?

A quién engaña la magnolia con su fragancia de limones? No la siembran en los desiertos con persistencia clandestina? No tendremos que devolverlo con sus mareas a la luna? Por qué no analizar las cosas antes de habilitar planetas? Y por qué no el ornitorrinco con su espacial indumentaria?

Las herraduras no se hicieron para caballos de la luna? Cómo se mide la espuma que resbala de la cerveza? Qué hace una mosca encarcelada en un soneto de Petrarca? Porque el que canto y rememoro brillaba de vida insurrecta y compartí su fogonazo, su ir y venir y revolver, la burla y la sabiduría, y codo a codo amanecimos rompiendo los vidrios del cielo, subiendo las escalinatas de palacios desmoronados, tomando trenes que no existen, reverberando de Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) en el alba de los lecheros.

Yo era el navegante silvestre y se me notaba en la ropa la oscuridad del archipiélago cuando pasó Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) sobrepasó las multitudes Oliverio, sobresaliendo en las aduanas, solícito en las travesías con el plastrón desordenado en la otoñal investidurao cerveceando en la humareda o espectro de Valparaíso.

En mi telaraña infantil sucede Oliverio Girondo. Yo era un mueble de las montañas. Él, un caballero evidente. Se trata del inolvidable. Hacia tanta falta aquí tu iconoclasta desenfreno! Me gusta Oliverio por eso: no se fue a vivir a otra parte y murió junto a su caballo. Me gustó la razón intrínseca de su delirio necesario y el matambre de la amistad que no termina todavía: amigo, vamos a encontrarnos tal vez debajo de la alfombra o sobre las letras del río o en el termómetro obelisco o en la dirección delicada del susurro y de la zozobra o en las raíces reunidas bajo la luna de Figari.

No me dedico a las cenizas, te sigo nombrando y creyendo en tu razón extravagante! Oda Para Planchar La poesía es blanca: sale del agua envuelta en gotas, se arruga, y se amontona, hay que extender la piel de este planeta, hay que planchar el mar de su blancura y van y van las manos, se alisan las sagradas superficies y así se hacen las cosas: las manos hacen cada día el mundo, se une el fuego al acero, llegan el lino, el lienzo y el tocuyo del combate de las lavanderías y nace de la luz una paloma: la castidad regresa de la espuma.

Cómo Conocieron Las Uvas Cómo conocieron las uvas la propaganda del racimo? Es malo vivir sin infierno: no podemos reconstruirlo? Y colocar al triste Nixon con el traste sobre el brasero?

Oda Al Limón De aquellos azahares desatados por la luz de la luna, de aquel olor de amor exasperado, hundido en la fragancia, salió del limonero el amarillo, desde su planetario bajaron a la tierra los limones. Tierna mercadería! Así, cuando tu mano empuña el hemisferio del cortado limón sobre tu plato, un universo de oro derramaste, una copa amarilla con milagros, uno de los pezones olorosos del pecho de la tierra, el rayo de la luz que se hizo fruta, el fuego diminuto de un planeta.

No es la ciudad el gran océano de los colchones que palpitan? La oceanía de los aires no tiene islas y palmeras? Por qué volví a la indiferencia del océano desmedido? Qué dice la vieja ceniza cuando camina junto al fuego? Para quién arden los pistilos del sol en sombra del eclipse? Era estanciero, rey de llanuras grises en donde se perdían los caballos. Se sacó Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) zapatos, metió los pies con cierta severidad sombría en la piscina verde.

No sé por qué una a una fue descartando todas sus mujeres. Ahora sus periódicos asaltaban las calles temblorosas, golpeaban a la gente con noticias y decían con énfasis sólo sus opiniones. Tenía bancos, naves, pecados y tristezas. A veces con papel, pluma, memoria, se hundía en su dinero, contaba, sumando, dividiendo, multiplicando cosas, hasta que se dormía. Me parece que el hombre nunca pudo salir de su riqueza --lo impregnaba, le daba aire, color abstracto-- y él se veía adentro como un molusco ciego rodeado de un muro impenetrable.

A veces, en sus ojos, vi un fuego frío, lejos, algo desesperado que moría. Nunca supe si fuimos enemigos. Yo sé que todos los muertos son iguales, pero no sé, no sé, pienso que aquel hombre, a su modo, con la muerte dejó de ser un pobre prisionero. Comunicaciones Desmentidas Aquellos días extraviaron mi sentido profético, a mi casa entraban los coleccionistas de sellos, y emboscados, a altas horas de la estación, asaltaban mis cartas, arrancaban de ellas besos frescos, besos sometidos a una larga residencia marina, y conjuros que protegían mi suerte con ciencia femenina y defensiva caligrafía.

Yo soy sujeto de sangre especial, y esa substancia a la vez nocturna y marítima me hacía alterar y padecer, y esas aguas subcelestes degradaban mi energía y lo comercial de mi disposición.

Qué maldición cayó sobre vosotros? Grita Amor, llegado que hayas a mi fuente lejana, cuida de no morderme con tu voz de ilusión: que mi dolor oscuro no se muera en tus alas, que en tu garganta de oro no se ahogue mi voz. No me des el olvido. No me des la ilusión. Porque todas las hojas que a la tierra han caído me tienen amarillo de oro el corazón.

Un Perro Ha Muerto Mi perro ha muerto. Ahora él ya se fue con su pelaje, su mala educación, su nariz iría. No hay adiós a mi perro que se ha muerco. Y no hay ni hubo mentira entre nosotros. Ya se fue y lo enterré, y eso era todo. No quiero que vacilen tu risa ni tus pasos, no quiero que se muera mi herencia de alegría, no llames a mi pecho, estoy ausente. Vive en mi ausencia como en una casa. Es una casa tan transparente la ausencia que yo sin vida te veré vivir y si sufres, mi amor, me moriré otra vez.

Y mi esposa a mi orilla, al lado de mi rumor tan venido de lejos, mi esposa birmana, hija del rey. Su enrollado cabello negro entonces beso, y su pie dulce y perpetuo: y acercada ya la noche, desencadenado su molino, escucho a mi tigre y lloro a mi ausente. Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas, tu salud de manzana furiosa se estira sin límite, el tonel temblador en que escucha tu estómago, tus manos hijas de la harina y del cielo.

Las Muchachas Muchachas que buscabais el gran amor, el gran amor terrible, qué ha pasado, muchachas? Tal vez el tiempo, el tiempo! Y ahora tocas el agua con tus pies pequeños, con tu pequeño corazón y no sabes qué hacer! Son mejores ciertos viajes nocturnos, ciertos departamentos, ciertos divertidísimos paseos, ciertos bailes sin mayor consecuencia que continuar el viaje! Con qué derecho numeraron las doce uvas del racimo?

Por qué no nos dieron extensos meses que duren todo el año? No te engañó la primavera con besos que no florecieron? El aceite dorado de Italia hizo tu nimbo, santa de la cocina y la costura, y tu coquetería pequeñuela, que tanto se tardaba en el espejo, con tus manos que tienen pétalos que el jazmín envidiaría lavó los utensilios y mi ropa, desinfectó las llagas.

Amor, amor, aquí nos encontramos. Seda y metal, acércate a mi boca. Oda Al Tomate La calle se llenó de tomates, mediodía, verano, la luz se parte en dos mitades de tomate, corre por las calles el jugo. En diciembre se desata el tomate, invade las cocinas, entra por los almuerzos, se sienta reposado en los aparadores, entre los vasos, las mantequilleras, los saleros azules.

Tiene luz propia, majestad benigna. Debemos, por desgracia, asesinarlo: se hunde el cuchillo en su pulpa viviente, es una roja víscera, un sol fresco, profundo, inagotable, llena las ensaladas de Chile, se casa alegremente con la clara cebolla, y para celebrarlo se deja caer aceite, hijo esencial del olivo, sobre sus hemisferios entreabiertos, agrega la pimienta su fragancia, la sal su magnetismo: son las bodas del día, el perejil levanta banderines, las papas hierven vigorosamente, el asado golpea con su aroma en la puerta, es hora!

Pero por qué no se convence el Jueves de ir después del Viernes? Quiénes gritaron de alegría cuando nació el color azul? Por qué se Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) la tierra cuando aparecen las violetas? Cómo se nota que las piedras han tocado el tiempo, en su fina materia hay olor a edad, y el agua que trae el mar, de sal y sueño. Me rodea una misma cosa, un solo movimiento: el peso del mineral, la luz de la piel, se pegan al sonido de la palabra noche: la tinta del trigo, del marfil, del llanto, las cosas de cuero, de madera, de lana, envejecidas, desteñidas, uniformes, se unen en torno a mí como paredes.

Trabajo sordamente, girando sobre mí mismo, como el cuervo sobre la muerte, el cuervo de luto. Y cómo saber cual es Dios entre los Dioses de Calcuta? Por qué viven tan harapientos todos los gusanos de seda?

Por qué es tan dura la dulzura del corazón de la cereza? Es porque tiene que morir o porque tiene que seguir? Y para qué tantas arrugas y tanto agujero en la roca? Por qué me he cerrado el camino cayendo en la trampa del mar? Epitalamio Recuerdas cuando en invierno llegamos a la isla?

El mar hacia nosotros levantaba una copa de frío. En las paredes las enredaderas susurraban dejando caer hojas oscuras a nuestro paso. El viento de la vida allí te puso. En un principio no te vi: no supe que ibas andando conmigo, hasta que tus raíces horadaron mi pecho, se unieron a los hilos de mi sangre, hablaron por mi boca, florecieron conmigo.

Así fue tu presencia inadvertida, hoja o rama invisible y se pobló de pronto mi corazón de frutos y sonidos. Recuerdas, amor mío, nuestros primeros pasos en la isla: las piedras grises nos reconocieron, las rachas de la lluvia, los gritos del viento en la sombra. El fuego vio crecer nuestro beso desnudo hasta tocar estrellas escondidas, y vio nacer y morir el dolor como una espada rota contra el amor invencible.

Oh dulce, dulce mía, cambió la primavera los muros de la isla. Apareció una flor como una gota de sangre anaranjada, y luego descargaron los colores todo su peso puro. El mar reconquistó su transparencia, la noche en el cielo destacó sus racimos y ya todas las cosas susurraron nuestro nombre de amor, piedra por piedra dijeron nuestro nombre y nuestro beso. La isla de piedra y musgo resonó en el secreto de sus grutas como en tu boca el canto, y la flor que nacía entre los intersticios de la piedra con su secreta sílaba dijo al pasar tu nombre de planta abrasadora, y la escarpada roca levantada como el muro del mundo reconoció mi canto, bienamada, y todas las cosas dijeron tu amor, mi amor, amada, porque la tierra, el tiempo, el mar, la isla, la vida, la marea, el germen que entreabre sus labios en la tierra, la flor devoradora, el movimiento de la primavera, todo nos reconoce.

Ellos todo lo saben, no tenemos secretos, hemos crecido juntos pero no lo sabíamos. Amor mío, la primavera dulce, flor y mar, nos rodean. Amor, amor, la primavera nos ofrece el cielo, pero la tierra oscura es nuestro nombre, nuestro amor pertenece a todo el tiempo y la tierra. Los Jugadores Juegan, juegan. Agachados, arrugados, decrépitos. Canción de la belleza de la tierra, canción de la belleza de la Amada, canción, canción que no precisa fin.

Juegan, juegan. Los miro entre la vaga bruma del gas y el humo. Y mirando estos hombres sé que la vida es triste. Por qué los ríos mejores se fueron a correr en Francia? Por qué no amanece en Bolivia desde la noche de Guevara? Y busca allí a los asesinos su corazón asesinado? Y aquel reloj cuyo sonido era la voz de nuestras vidas, el secreto hilo de las semanas, que una a una ataba tantas horas a la miel, al silencio, a tantos nacimientos y trabajos, aquel reloj también cayó y vibraron entre los vidrios rotos sus delicadas vísceras azules, su largo corazón desenrollado.

Sueño De Gatos Qué bonito duerme un gato, duerme con patas y peso, duerme con sus crueles uñas, y con su sangre sanguinaria, duerme con todos los anillos que como círculos quemados construyeron la geología de una cola color de arena. Quisiera dormir como un gato con todos los pelos del tiempo, con la lengua del pedernal, con el sexo seco del fuego y después de no hablar con nadie, tenderme sobre todo el mundo, sobre las tejas y la tierra intensamente dirigido a cazar las ratas del sueño.

He visto cómo ondulaba, durmiendo, el gato: corría la noche en él como agua oscura, y a veces se iba a caer, se iba tal vez a despeñar en los desnudos ventisqueros, tal vez creció tanto durmiendo como un bisabuelo de tigre y saltaría en las tinieblas tejados, nubes y volcanes. Duerme, duerme, gato nocturno con tus ceremonias de obispo, y tu bigote de piedra: ordena todos nuestros sueños, dirige la oscuridad de nuestras dormidas proezas con tu corazón sanguinario y el largo cuello de tu cola.

Tenía la culpa el escualo o los peces ensangrentados? Es el orden o la batalla este quebranto sucesivo? Son las venas del apio! Son la espuma, la risa, los sombreros del apio! Qué quieres, huésped de corsé quebradizo, en mis habitaciones funerales? Maestranzas De Noche Hierro negro que duerme, fierro negro que gime por cada poro un grito de desconsolación. Las cenizas ardidas sobre la tierra triste, los caldos en que el bronce derritió su dolor. Aves de Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) lejano país desventurado graznaron en la noche dolorosa y sin fin?

Y el grito se me crispa como un nervio enroscado o como la cuerda rota de un violín. En las paredes cuelgan las interrogaciones, florece en las bigornias el alma de los bronces y hay un temblor de pasos en los cuartos desiertos. Farewell Desde el fondo de ti, y arrodillado, un niño triste, como yo, nos mira. Tiranía Oh dama sin corazón, hija del cielo, auxíliame en esta solitaria hora, con tu directa indiferencia de arma y tu frío sentido del olvido.

Un tiempo total como un océano, una herida confusa como un nuevo ser, abarcan la tenaz raíz de mi alma mordiendo el centro de mi seguridad.

Qué espeso latido se cimbra en mi corazón como una ola hecha de todas las olas, y mi desesperada cabeza se levanta en un esfuerzo de salto y de muerte. Sus ojos luchaban como remeros en el infinito muerto con esperanza de sueño y materia de seres saliendo del mar.

De la lejanía en donde el olor de la tierra es otro y lo vespertino llega llorando en forma de oscuras amapolas. En la altura de los días inmóviles el insensible joven diurno en tu rayo de luz se dormía afirmado como en una espada.

El Padre Tierra de sembradura inculta y brava, tierra en que no hay esteros ni caminos, mi vida bajo el sol tiembla y se alarga. Padre, tus ojos dulces nada pueden, como nada pudieron las estrellas que me abrasan los ojos y las sienes. El mal de amor me encegueció la vista y en la fontana dulce de mi sueño se reflejó otra fuente estremecida.

Pregunta a Dios por qué me dieron lo que me dieron y por qué después supe una soledad de tierra y cielo. Mira, mi juventud fue un brote puro que se quedó sin estallar y pierde su dulzura de sangres y de jugos. El sol que cae y cae eternamente se cansó de besarla Y el otoño. Padre, tus ojos dulces nada pueden. Escucharé en la noche tus palabras Y en la noche inmensa seguiré con mis llagas y tus llagas. Vi Y porque amor combate no sólo en su quemante agricultura, sino en la boca de hombres y mujeres, terminaré saliéndole al camino a los que entre mi pecho y tu fragancia quieran interponer su planta oscura.

Yo viví en las praderas antes de conocerte y no esperé el amor sino que estuve acechando y salté sobre la rosa. Y yo en estas líneas digo: así te quiero, amor, amor, así te amo, así como te vistes y como se levanta tu cabellera y como tu boca se sonríe, ligera como el agua del manantial sobre las piedras puras, así te quiero, amada.

Al pan yo no le pido que me enseñe sino que no me falte durante cada día de la vida. No es culpa de tus ojos este llanto: tus manos no clavaron esta espada: no buscaron tus pies este camino: llegó a tu corazón la miel sombría.

Cuando el amor como una inmensa ola nos estrelló contra la piedra dura, nos amasó con una sola harina, cayó el dolor sobre otro dulce rostro y así en la luz de la estación abierta se consagró la primavera herida. Dónde van las cosas del sueño? Se van al sueño de los otros? Y el padre que vive en los sueños vuelve a morir cuando despiertas? Florecen las plantas del sueño y maduran sus graves frutos?

El Tigre Soy el tigre. Y me quedo velando por años en la selva tus huesos, tu ceniza, inmóvil, lejos del odio y de la cólera, desarmado en tu muerte, cruzado por las lianas, inmóvil en la lluvia, centinela implacable de mi amor asesino.

Soneto Xx - Cien Sonetos De Amor Mi fea, eres una castaña despeinada, mi bella, eres hermosa como el viento, mi fea, de tu boca se pueden hacer dos, mi bella, son tus besos frescos como sandías. Son mínimos como dos copas de trigo. Me gustaría verte dos lunas en el pecho: las gigantescas torres de tu soberanía. Mi fea, el mar no tiene tus uñas en su tienda, mi bella, flor a flor, estrella por estrella, ola por ola, amor, he contado tu cuerpo: mi fea, te amo por tu cintura de oro, mi bella, te amo por una arruga en tu frente, amor, te amo por clara y por oscura.

De metales sin luz, con el vacío, con la ausencia del día muerto de golpe. En lo alto de las manos el deslumbrar de mariposas, el arrancar de mariposas cuya luz no tiene término. Teñida con miradas, con objeto de abejas, tu material de inesperada llama huyendo precede y sigue al día y a su familia de oro.

Los días acechando cruzan el sigilo pero caen adentro de tu voz de luz. Oh dueña del amor, en tu descanso fundé mi sueño, mi actitud callada. El ajo les añade su terrenal fragancia, la pimienta, polen que atravesó los arrecifes, y vestidas de nuevo con traje de marfil, llenan el plato con la repetición de su abundancia y su sabrosa sencillez de tierra.

Tus Manos Cuando tus manos salen, amor, hacia las mías, qué me traen volando? Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto, por qué las reconozco como si entonces, antes, las hubiera tocado, como si antes de ser hubieran recorrido mi frente, mi cintura?

Subí las escaleras, crucé los arrecifes, me llevaron los trenes, las aguas me trajeron, y en la piel de las uvas me pareció tocarte. La madera de pronto me trajo tu contacto, la almendra me anunciaba tu suavidad secreta, hasta que se cerraron tus manos en mi pecho y allí como dos alas terminaron su viaje.

Y qué palpitaba en la noche? Eran planetas o herraduras? Debo escoger esta mañana entre el mar desnudo y el cielo? Qué me esperaba en Isla Negra? La verdad verde o el decoro? Pero sabes de dónde viene la muerte, de arriba o de abajo? De los microbios o los muros, de las guerras o del invierno? En qué idioma cae la lluvia sobre ciudades dolorosas? Qué suaves sílabas repite el aire del alba marina?

Hay en el cielo de Colombia un coleccionista de nubes? Por qué siempre se hacen en Londres los congresos de los paraguas? Sangre color de amaranto tenía la reina de Saba? La Muerta Si de pronto no existes, si de pronto no vives, yo seguiré viviendo. No me atrevo, no me Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) a escribirlo, si te mueres. Yo seguiré viviendo. Porque donde no tiene voz un hombre allí, mi voz.

Donde los negros sean apaleados, yo no puedo estar muerto.

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Cuando la victoria, no mi victoria, sino la gran victoria llegue, aunque esté mudo debo hablar: yo la veré llegar aunque esté ciego. No, perdóname. Oda Al Maíz América, de un grano de maíz te elevaste hasta llenar de tierras espaciosas el espumoso océano. Fue un grano de maíz tu geografía.

Pero, poeta, deja la historia en su mortaja y alaba con tu lira al grano en sus graneros: canta al simple maíz de las cocinas. Primero suave barba agitada en el huerto sobre los tiernos dientes de la joven mazorca.

A la piedra en tu viaje, regresabas. Allí leche y materia, poderosa y nutricia pulpa de los pasteles llegaste a ser movida por milagrosas manos de mujeres morenas. Donde caigas, maíz, en la olla ilustre de las perdices o entre los fréjoles campestres, iluminas la comida y le acercas el virginal sabor de tu substancia. Morderte, panocha de maíz, junto al océano de cantara remota y vals profundo.

Hervirte y que tu aroma por las sierras azules se despliegue. Pero, dónde no llega tu tesoro? Puebla tu luz, tu harina, tu esperanza la soledad de América, y el hambre considera tus lanzas legiones enemigas. Entre tus hojas como suave guiso crecieron nuestros graves corazones de niños provincianos y comenzó la vida a desgranarnos. Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola! He llegado otra vez a los dormitorios solitarios, a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez tiro al suelo los pantalones y las camisas, no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las paredes.

Sistema Sombrío De cada uno de estos días negros como viejos hierros, y abiertos por el sol como grandes bueyes rojos, y apenas sostenidos por el aire y por los sueños, y desaparecidos irremediablemente y de Amor en linea en Quebrada seca (Yoro), nada ha substituido mis perturbados orígenes, y las desiguales medidas que circulan en mi corazón allí se fraguan de día y de noche, solitariamente, y abarcan desordenadas y tristes cantidades.

Siempre Antes de mí no tengo celos. Ven Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) un hombre a la espalda, ven con cien hombres en tu cabellera, ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies, ven como un río lleno de ahogados que encuentra el mar furioso, la espuma eterna, el tiempo!

Soneto Xl - Cien Sonetos De Amor Era verde el silencio, mojada era la luz, temblaba el mes de Junio como una mariposa y en el austral dominio, desde el mar y las piedras, Matilde, atravesaste el mediodía. Amo tus dones puros, tu piel de piedra intacta, tus uñas ofrecidas en el sol de tus dedos, tu boca derramada por toda la alegría, pero, para mi casa vecina del abismo, dame el atormentado sistema del silencio, el pabellón del mar olvidado en la arena.

Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas no me busques, que ya te habré olvidado. Agua Sexual Rodando a goterones solos, a gotas como dientes, a espesos goterones de mermelada y sangre, rodando a goterones cae el agua, como una espada en gotas, como un desgarrador río de vidrio, cae mordiendo, golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del alma, rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Yo escucho entre el disparo de los besos, escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos. Estoy mirando, oyendo, con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra, y con las dos mitades del alma miro el mundo. Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente, veo caer un agua sorda, a goterones sordos. Veo correr un arco iris turbio. Te parió mi nostalgia, mi sed, mi ansia, mi espanto. Y estallaste en mis brazos como en la flor el fruto. Zona de sombra, línea delgada y pensativa.

Enredadera crucificada sobre un muro. Canción, sueño, destino. Flor mía, flor de mi alma. En la alta noche mi alma se tuerce y se destroza.

Para esta inmensidad ya no hay nada en la tierra. Ya no hay nada. Se revuelven las sombras y se derrumba todo. Caen sobre mis ruinas las vigas de mi alma. No lucen los luceros acerados y blancos. Todo se rompe y cae. Soledad de la noche. Soledad de mi alma. Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) grito, el alarido.

Ya no hay nada en la tierra! Sólo la sombra estéril partida por mis gritos. Y la pared del cielo tendida contra mi alma! Entonces eres y te buscaba entonces.

Eres labios de beso, fruta de sueños, todo. Te llamo y me respondes! Luminaria de luna sobre los campos solos. La delgada caricia que te hace arder entera. Los dos brazos que emergen como juncos de asombro. Todo tu cuerpo ardido de blancura en el vientre.

Las piernas perezosas. Las rodillas. Los hombros. La cabellera de alas negras que van volando. Las arañas oscuras del pubis en reposo. Cómo se llama la tristeza en una oveja solitaria? Y qué pasa en el palomar si aprenden canto las palomas?

Amor en linea en Quebrada seca (Yoro)

Por qué me muevo sin querer, por qué no puedo estar inmóvil? Por qué voy rodando sin ruedas, volando sin alas ni plumas, y qué me dio por transmigrar si viven en Chile mis huesos? Tendré mi olor y mis dolores cuando yo duerma destruido? Quién despierta al sol cuando duerme sobre su cama abrasadora?

Verdad que es ancha la tristeza, delgada la melancolía? Yo Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) amo para comenzar a amarte, para recomenzar el infinito y para no dejar de amarte nunca: por eso no te amo todavía. Te amo y no te amo como si tuviera en mis manos las llaves de la dicha y un incierto destino desdichado. Mi amor tiene dos vidas para armarte. Por eso te amo cuando no te amo y por eso te amo cuando te amo.

Cómo se reparten el sol en el naranjo las naranjas? Venía de una boca amarga la dentadura de la sal? Es verdad que vuela de noche sobre mi patria un cóndor negro? Cómo agradecer a las nubes esa abundancia fugitiva?

De dónde viene el nubarrón con sus sacos negros de llanto? Dónde se fueron las Donaldas, las Clorindas, las Eduvigis? El vino mueve la primavera, crece como una planta la alegría, caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto. Amor mío, de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa, tu pecho es el racimo, la luz del alcohol tu cabellera, las uvas tus pezones, tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija, y tu amor la cascada de vino inextinguible, la claridad que cae en mis sentidos, el esplendor terrestre de la vida.

Pero no sólo amor, beso quemante o corazón quemado eres, vino de vida, sino amistad de los seres, transparencia, coro de disciplina, abundancia de flores.

Amo sobre una mesa, cuando se habla, la luz de una botella de inteligente vino. De conversaciones gastadas como usadas maderas, con humildad de sillas, con palabras ocupadas en servir como esclavos de voluntad secundaria, teniendo esa consistencia de la leche, de las semanas muertas, del aire encadenado sobre las ciudades.

La cordura me envuelve de piel compacta de un color reunido como una culebra: mis criaturas nacen de un largo rechazo: ay, con un solo alcohol puedo despedir este día que he elegido, Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) entre los días terrestres.

Voy lleno de esas aguas dispuestas profundamente, preparadas, durmiéndose en una atención triste. Casa Tal vez ésta es la casa en que viví cuando yo no existí ni había tierra, cuando todo era luna o piedra o sombra, cuando la luz inmóvil no nacía. Tal vez entonces esta piedra era mi casa, mis ventanas o mis ojos. Me recuerda esta rosa de granito algo que me habitaba o que habité, cueva o cabeza cósmica de sueños, copa o castillo o nave o nacimiento.

Toco el tenaz esfuerzo de la roca, su baluarte golpeado en la salmuera, y sé que aquí quedaron grietas mías, arrugadas sustancias que subieron desde profundidades hasta mi alma, y piedra fui, piedra seré, por eso toco esta piedra y para mí no ha muerto: es lo que fui, lo que seré reposo de tu combate tan largo como el tiempo.

Por qué me preguntan las olas lo mismo que yo les pregunto? Y por qué golpean la roca con tanto entusiasmo perdido? No se cansan de repetir su declaración a la arena? No puede matarte también un beso de la primavera? Crees que el luto te adelanta Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) bandera de tu destino? Y encuentras en la calavera tu estirpe a hueso condenada?

Amor Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte la leche de los senos como de un manantial, por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte en la risa de oro y la voz de cristal. Lamento Lento En la noche del corazón la gota de tu nombre lento en silencio circula y cae y rompe y desarrolla su agua. Algo quiere su leve daño y su estima infinita y corta, como el paso de un ser perdido de pronto oído.

De pronto, de pronto escuchado y repartido en el corazón con triste insistencia y aumento como un sueño frío de otoño. Sus copas duras cubren tu alma derramada en la tierra fría con sus pobres chispas azules volando en la voz de la lluvia. Aquel Solemne Senador Aquel solemne Senador que me atribuía un castillo devoró ya con su sobrino la torta del asesinato?

A quién engaña la magnolia con su fragancia de limones? Cómo se mide la espuma que resbala de la cerveza? Qué hace una mosca encarcelada en un soneto de Petrarca? No la siembran en los desiertos con persistencia clandestina? No tendremos que devolverlo con sus mareas a la luna? Porque el que canto y rememoro brillaba de vida insurrecta y compartí su fogonazo, su ir y venir y revolver, la burla y la sabiduría, y codo a codo amanecimos rompiendo los vidrios del cielo, subiendo las escalinatas de palacios desmoronados, tomando trenes que no existen, reverberando de salud en el alba de los lecheros.

Yo era el navegante silvestre y se me notaba en la ropa la oscuridad del archipiélago cuando pasó y sobrepasó las multitudes Oliverio, sobresaliendo en las aduanas, solícito en las travesías con el plastrón desordenado en la otoñal investidurao cerveceando en la humareda o espectro de Valparaíso. En mi telaraña infantil sucede Oliverio Girondo. Yo era un mueble de las montañas. Él, un caballero evidente.

Se trata del inolvidable. Hacia tanta falta aquí tu iconoclasta desenfreno! Me gusta Oliverio por eso: no se fue a vivir a otra parte y murió junto a su caballo. Me gustó la razón intrínseca de su delirio necesario y el matambre de la amistad que no termina todavía: amigo, vamos a encontrarnos tal vez debajo de la alfombra o sobre las letras del río o en el termómetro obelisco o en la dirección delicada del susurro y de la zozobra o en las raíces reunidas bajo la luna de Figari.

No me dedico a las cenizas, te sigo nombrando y creyendo en tu razón extravagante! Por qué no analizar las cosas antes de habilitar planetas? Y por qué no el ornitorrinco con su espacial indumentaria?

Las herraduras no se hicieron para caballos de la luna? Cómo Conocieron Las Uvas Cómo conocieron las uvas la propaganda del racimo? Es malo vivir sin infierno: no podemos reconstruirlo? Y colocar al triste Nixon con el traste sobre el brasero? Oda Para Planchar La poesía es blanca: sale del agua envuelta en gotas, se arruga, y se amontona, hay que extender la piel de este planeta, hay que planchar el mar de su blancura y van y van las manos, se alisan las sagradas superficies y así se hacen las cosas: las manos hacen cada día el mundo, se une el fuego al acero, llegan el lino, el lienzo y el tocuyo del combate de las lavanderías y nace de la luz una paloma: la castidad regresa de la espuma.

No es la ciudad el gran océano de los colchones que palpitan? La oceanía de los aires no tiene islas y palmeras? Por qué volví a la indiferencia del océano desmedido?

Comunicaciones Desmentidas Aquellos días extraviaron mi sentido profético, a mi casa entraban los coleccionistas de sellos, y emboscados, a altas horas de la estación, asaltaban mis cartas, arrancaban de ellas besos frescos, besos sometidos a una larga residencia marina, y conjuros que protegían mi suerte con ciencia femenina y defensiva caligrafía. Yo soy sujeto de sangre especial, y esa substancia a la vez nocturna y marítima me hacía alterar y padecer, y esas aguas subcelestes degradaban mi energía y lo comercial de mi disposición.

Oda Al Limón De aquellos azahares desatados por la luz de la luna, de aquel olor de amor exasperado, hundido en la fragancia, salió del limonero el amarillo, desde su planetario bajaron a la tierra los limones. Tierna mercadería! Así, cuando tu mano empuña el hemisferio del cortado limón sobre tu plato, un universo de oro derramaste, una copa amarilla con milagros, uno de los pezones olorosos del pecho de la tierra, el rayo de la luz que se hizo fruta, el fuego diminuto de un planeta.

Era estanciero, rey de llanuras grises en donde se perdían los caballos. Se sacó los zapatos, metió los pies con cierta severidad sombría en la piscina verde.

No sé por qué una a una fue descartando todas sus mujeres. Ahora sus periódicos asaltaban las calles temblorosas, golpeaban a la gente con noticias y decían con énfasis sólo sus opiniones. Tenía bancos, naves, pecados y tristezas. A veces con papel, pluma, memoria, se hundía en su dinero, contaba, sumando, dividiendo, multiplicando cosas, hasta que se dormía. Me parece que el hombre nunca pudo salir de su riqueza --lo impregnaba, le daba aire, color abstracto-- y él se veía adentro como un molusco ciego rodeado de un muro impenetrable.

A veces, en sus ojos, vi un fuego frío, lejos, algo desesperado que moría. Nunca supe si fuimos enemigos. Yo sé que todos los muertos son iguales, pero no sé, no sé, pienso que aquel hombre, a su modo, con la muerte dejó de ser un pobre prisionero.

Qué maldición cayó sobre vosotros? Qué dice la vieja ceniza cuando camina junto al fuego? Para quién arden los pistilos del sol en sombra del eclipse? Grita Amor, llegado que hayas a mi fuente lejana, cuida de no morderme con tu voz de ilusión: que mi dolor oscuro no se muera en tus alas, que en tu garganta de oro no se ahogue mi voz. No me des el olvido. No me des la ilusión. Porque todas las hojas que a la tierra han caído me tienen amarillo de oro el corazón.

No quiero que vacilen tu risa Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) tus pasos, no quiero que se muera mi herencia de alegría, no llames a mi pecho, estoy ausente. Vive en mi ausencia como en una casa. Es una casa tan transparente la ausencia Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) yo sin vida te veré vivir y si sufres, mi amor, me moriré otra vez. Un Perro Ha Muerto Mi perro ha muerto. Ahora él ya se fue con su pelaje, su mala educación, su nariz iría. No hay adiós a mi perro que se ha muerco.

Y no hay ni hubo mentira entre nosotros. Ya se fue y lo enterré, y eso era todo. Las Muchachas Muchachas que buscabais el gran amor, el gran amor terrible, qué ha pasado, muchachas? Tal vez el tiempo, el tiempo! Y ahora tocas el agua con tus pies pequeños, con tu pequeño corazón y no sabes qué hacer! Son mejores ciertos viajes nocturnos, ciertos departamentos, ciertos divertidísimos paseos, ciertos bailes sin mayor consecuencia que continuar el viaje! Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas, tu salud de manzana furiosa se estira sin límite, el tonel temblador en que escucha tu estómago, tus manos hijas de la harina y del cielo.

Y mi esposa a mi orilla, al lado de mi rumor tan venido de lejos, mi esposa birmana, hija del rey. Su enrollado cabello negro entonces beso, y su pie dulce y perpetuo: y acercada ya la noche, desencadenado su molino, escucho a mi tigre y lloro a mi ausente. El aceite dorado de Italia hizo tu nimbo, santa de la cocina y la costura, y tu coquetería pequeñuela, que tanto se tardaba en el espejo, con tus manos que tienen pétalos que el jazmín envidiaría lavó los utensilios y mi ropa, desinfectó las llagas.

Amor, amor, aquí nos encontramos.

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Seda y metal, acércate a mi boca. Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) Al Tomate La calle se llenó de tomates, mediodía, verano, la luz se parte en dos mitades de tomate, corre por las calles el jugo. En diciembre se desata el tomate, invade las cocinas, entra por los almuerzos, se sienta reposado en los aparadores, entre los vasos, las mantequilleras, los saleros azules. Tiene luz propia, majestad benigna. Debemos, por desgracia, asesinarlo: se hunde el cuchillo en su pulpa viviente, es una roja víscera, un sol fresco, profundo, inagotable, llena las ensaladas de Chile, se casa alegremente con la clara cebolla, y para celebrarlo se deja caer aceite, hijo esencial del olivo, sobre sus hemisferios entreabiertos, agrega la pimienta su fragancia, la sal su magnetismo: son las bodas del día, el perejil levanta banderines, las papas hierven vigorosamente, el asado golpea con Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) aroma en la puerta, es hora!

Con qué derecho numeraron las doce uvas del racimo? Por qué no nos dieron extensos meses que duren todo el año? No te engañó la primavera con besos que no florecieron? Pero por qué no se convence el Jueves de ir después del Viernes?

Quiénes gritaron de alegría cuando nació el color azul? Por qué se entristece la tierra cuando aparecen las violetas? Y cómo saber cual es Dios entre los Dioses de Calcuta? Por qué viven tan harapientos todos los gusanos de seda? Por qué es tan dura la dulzura del corazón de la cereza? Es porque tiene que morir o porque tiene que seguir? Y para qué tantas arrugas y tanto agujero en la roca?

Por qué me he cerrado el camino cayendo en la trampa del mar? Epitalamio Recuerdas cuando en invierno llegamos a la isla? El mar hacia nosotros levantaba una copa de frío. En las paredes las enredaderas susurraban dejando caer hojas oscuras a nuestro paso. El viento de la vida allí te puso. En un principio no te vi: no supe que ibas andando conmigo, hasta que tus raíces horadaron mi pecho, se unieron a los hilos de mi sangre, hablaron por mi boca, florecieron conmigo.

Así fue tu presencia inadvertida, hoja o rama invisible y se pobló de pronto mi corazón de frutos y sonidos. Recuerdas, amor Amor en linea en Quebrada seca (Yoro), nuestros primeros pasos en la isla: las piedras grises nos reconocieron, las rachas de la lluvia, los gritos del viento en la sombra. El fuego vio crecer nuestro beso desnudo hasta tocar estrellas escondidas, y vio nacer y morir el dolor como una espada rota contra el amor invencible. Oh dulce, dulce mía, cambió la primavera los muros de la isla.

Amor en linea en Quebrada seca (Yoro)

Apareció una flor como una gota de sangre anaranjada, y luego descargaron los colores todo su peso puro. El mar reconquistó su transparencia, la noche en el cielo destacó sus racimos y ya todas las cosas susurraron nuestro nombre de amor, piedra por piedra dijeron nuestro nombre y nuestro beso.

La isla de piedra y musgo resonó en el secreto de sus grutas como en tu boca el canto, y la flor que nacía entre los intersticios de la piedra con su secreta sílaba dijo al pasar tu nombre de planta abrasadora, y la escarpada roca levantada como Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) muro del mundo reconoció mi canto, bienamada, y todas las cosas dijeron tu amor, mi amor, amada, porque la tierra, el tiempo, el mar, la isla, la vida, la marea, el germen que entreabre sus labios en la tierra, la flor devoradora, el movimiento de la primavera, todo nos reconoce.

Ellos todo lo saben, no tenemos secretos, hemos crecido juntos pero no lo sabíamos. Amor mío, la primavera dulce, flor y mar, nos rodean. Amor, amor, la primavera nos ofrece el cielo, pero la tierra oscura es nuestro nombre, nuestro amor pertenece a todo el tiempo y la tierra. Los Jugadores Juegan, juegan. Agachados, arrugados, decrépitos. Canción de la belleza de la tierra, canción de la belleza de la Amada, canción, canción que no precisa fin. Juegan, juegan.

Los miro entre la vaga bruma del gas y el humo. Y Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) estos hombres sé que la vida es triste.

Sueño De Gatos Qué bonito duerme un gato, duerme con patas y peso, duerme con sus crueles uñas, y con su sangre sanguinaria, duerme con todos los anillos que como círculos quemados construyeron la geología de una cola color de arena. Quisiera dormir como un gato con todos los pelos del tiempo, con la lengua del pedernal, con el sexo seco del fuego y después de no hablar con nadie, tenderme sobre todo el mundo, sobre las tejas y la tierra intensamente dirigido a cazar las ratas del sueño.

He visto cómo ondulaba, durmiendo, el gato: corría la noche en él como agua oscura, y a veces se iba a caer, se iba tal vez a despeñar en los desnudos ventisqueros, tal vez creció tanto durmiendo como un bisabuelo de tigre y saltaría en las tinieblas tejados, nubes y volcanes. Duerme, duerme, gato nocturno con tus ceremonias de obispo, y tu bigote de piedra: ordena todos nuestros sueños, dirige la oscuridad de nuestras dormidas proezas con tu corazón sanguinario y el largo cuello de tu cola.

Y aquel reloj cuyo sonido era la voz de nuestras vidas, el secreto hilo de las semanas, que una a una ataba tantas horas a la miel, al silencio, a tantos nacimientos y trabajos, aquel reloj también cayó y vibraron entre los vidrios rotos sus delicadas vísceras azules, su largo corazón desenrollado.

Por qué los ríos mejores se fueron a correr en Francia? Por qué no amanece en Bolivia desde la noche de Guevara? Y busca allí a los asesinos su corazón asesinado?

Cómo se nota que las piedras han tocado el tiempo, en su fina materia hay olor a edad, y el agua que trae el mar, de sal y sueño. Me rodea una misma cosa, un solo movimiento: el peso del mineral, la luz de la piel, se pegan al sonido de la palabra noche: la tinta del trigo, del marfil, del llanto, las cosas de cuero, de madera, de lana, envejecidas, desteñidas, uniformes, se unen en torno a mí como paredes.

Trabajo sordamente, girando sobre mí mismo, como el cuervo sobre la muerte, el cuervo de luto. Maestranzas De Noche Hierro negro que duerme, fierro negro que gime por cada poro un grito de desconsolación. Las cenizas ardidas sobre la tierra triste, los caldos en que el bronce derritió su dolor. Aves de qué lejano país desventurado graznaron en la noche dolorosa y sin fin? Y el grito se me crispa como un nervio enroscado o como la cuerda rota de un violín.

En las paredes cuelgan las interrogaciones, florece en las bigornias el alma de los bronces y hay un temblor de pasos en los cuartos desiertos. Tenía la culpa el escualo o los peces ensangrentados?

Es el orden o la batalla este quebranto sucesivo? El Padre Tierra de sembradura inculta y brava, tierra en que no hay esteros ni caminos, mi vida bajo el sol tiembla y se alarga.

Padre, tus ojos dulces nada pueden, como nada pudieron las estrellas que me abrasan los ojos y las sienes. El mal de amor me encegueció la vista y en la fontana dulce de mi sueño se reflejó otra fuente estremecida. Pregunta a Dios por qué me dieron lo que me dieron y por qué después supe una soledad de tierra y cielo.

Mira, mi juventud fue un brote puro que se quedó sin estallar y pierde su dulzura de sangres y de jugos. El sol que cae y cae eternamente se cansó de besarla Y el otoño. Padre, tus ojos dulces nada pueden.

Escucharé en la noche tus palabras Y en la noche inmensa seguiré con mis llagas y tus llagas. Tiranía Oh dama sin corazón, hija del cielo, auxíliame en esta solitaria hora, con tu directa indiferencia de arma y tu frío sentido del olvido. Un tiempo total como un océano, una herida confusa como un nuevo ser, abarcan la tenaz raíz de mi alma mordiendo el centro de mi seguridad. Qué espeso latido se cimbra en mi corazón como una ola hecha de todas las olas, y mi desesperada cabeza se levanta en un esfuerzo de salto y de muerte.

Farewell Desde el fondo de ti, y arrodillado, un niño triste, como yo, nos mira. Son las venas del apio! Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) la espuma, la risa, los sombreros del apio! Qué quieres, huésped de corsé quebradizo, en mis habitaciones funerales? Sus ojos luchaban como remeros en el infinito muerto con esperanza de sueño y materia de seres saliendo del mar.

De la lejanía en donde el olor de la tierra es otro y lo vespertino llega llorando en forma de oscuras amapolas. En la altura de los días inmóviles el insensible joven diurno en tu rayo de luz se dormía afirmado como en una espada. El Tigre Soy el tigre. Y me quedo velando por años en la selva tus huesos, tu ceniza, inmóvil, lejos del odio y de la cólera, desarmado en tu muerte, cruzado por las lianas, inmóvil en la lluvia, centinela implacable de mi amor asesino.

Vi Y porque amor combate no sólo en su quemante agricultura, sino en la boca de hombres y mujeres, terminaré saliéndole al camino a los que entre mi pecho y tu fragancia quieran interponer su planta oscura. Yo viví en las praderas antes de conocerte y no esperé el amor sino que estuve acechando y salté sobre la rosa. Y yo en estas líneas digo: así te quiero, amor, amor, así te amo, así como te vistes y como se levanta tu cabellera y como tu boca se sonríe, ligera como el agua del manantial sobre las piedras puras, así te quiero, amada.

Al pan yo no le pido que me enseñe sino que no me falte durante cada día de la vida. Dónde van las cosas del sueño? Se van al sueño de los otros? Y el padre que vive en los sueños vuelve a morir cuando despiertas? Florecen las plantas del sueño y maduran sus graves frutos?

No es culpa de tus ojos este llanto: tus manos no clavaron esta espada: no buscaron tus pies este camino: llegó a tu corazón la miel sombría. Cuando el amor como una inmensa ola nos estrelló contra la piedra dura, nos amasó con una sola harina, cayó el dolor sobre otro dulce rostro y así en la luz de la estación abierta se consagró la primavera herida.

De metales sin luz, con el vacío, con la ausencia del día muerto de golpe. En lo alto de las manos el deslumbrar de mariposas, el arrancar de mariposas cuya luz no tiene término. Teñida con miradas, con objeto de abejas, tu material de inesperada llama huyendo precede y sigue al día y a su familia de oro. Los días acechando cruzan el sigilo pero caen adentro de tu voz de luz. Oh dueña del amor, en tu descanso fundé mi sueño, mi actitud callada.

El ajo les añade su terrenal fragancia, la pimienta, polen que atravesó los arrecifes, y vestidas de nuevo con traje de marfil, llenan el plato con la repetición de su abundancia y su sabrosa sencillez de tierra. La Muerta Si de pronto no existes, si de pronto no vives, yo seguiré viviendo. No me atrevo, no me atrevo a escribirlo, si te mueres.

Yo seguiré viviendo. Porque donde no tiene voz un hombre allí, mi voz. Donde los negros sean apaleados, yo no puedo estar muerto. Cuando la victoria, no mi victoria, sino la gran victoria llegue, aunque esté mudo debo hablar: yo la veré llegar aunque esté ciego. No, perdóname. Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola! He llegado otra vez a los dormitorios solitarios, a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez tiro al suelo los pantalones y las camisas, no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las paredes.

Hay en el cielo de Colombia un coleccionista de nubes? Por qué siempre se hacen en Londres los congresos de los paraguas? Sangre color de amaranto tenía la reina de Saba? En qué idioma cae la lluvia sobre ciudades dolorosas? Qué suaves sílabas repite el aire del alba marina? Soneto Xx - Cien Sonetos De Amor Mi fea, eres una castaña despeinada, mi bella, eres hermosa como el viento, mi fea, de tu boca se pueden hacer dos, mi bella, son tus besos frescos como sandías.

Son mínimos como dos copas de trigo. Me gustaría verte dos lunas en el pecho: las gigantescas torres de tu soberanía. Mi fea, el mar no tiene tus uñas en su tienda, mi bella, flor a flor, estrella por estrella, ola por ola, amor, he contado tu cuerpo: mi fea, te amo por tu cintura de oro, mi bella, te amo por una arruga en tu frente, amor, te amo por clara y por oscura.

Pero sabes de dónde viene la muerte, de arriba o de abajo? De los microbios o los muros, de las guerras o del invierno? Agua Sexual Rodando a goterones solos, a gotas como dientes, a espesos goterones de mermelada y sangre, rodando a goterones cae el agua, como una espada en gotas, como un desgarrador río de vidrio, cae mordiendo, golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del alma, rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Yo escucho entre el disparo de los besos, escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos. Estoy mirando, oyendo, con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra, y con las dos mitades del alma miro el mundo.

Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente, veo caer un agua sorda, a goterones sordos. Veo correr un arco iris turbio. Veo pasar sus aguas a través de los huesos. Oda Al Maíz América, de un grano de maíz te elevaste hasta llenar de tierras espaciosas el espumoso océano. Fue un grano de maíz tu geografía. Pero, poeta, deja la historia en su mortaja y alaba con tu lira al grano en sus graneros: canta al simple maíz de las cocinas.

Primero suave barba agitada en el huerto sobre los tiernos dientes de la joven mazorca. A la piedra en tu viaje, regresabas. Allí leche y materia, poderosa y nutricia pulpa de los pasteles llegaste a ser movida por milagrosas manos de mujeres morenas. Donde caigas, maíz, en la olla ilustre de las perdices o entre los fréjoles Amor en linea en Quebrada seca (Yoro), iluminas la comida y le acercas el virginal sabor de tu substancia.

Amor en linea en Quebrada seca (Yoro), panocha de maíz, junto al océano de cantara remota y vals profundo. Hervirte y que tu aroma por las sierras azules se despliegue. Pero, dónde no llega tu tesoro? Puebla tu luz, tu harina, tu esperanza la soledad de América, y el hambre considera tus lanzas legiones enemigas. Entre tus hojas como suave guiso crecieron nuestros graves corazones de niños provincianos y comenzó la vida a desgranarnos.

Soneto Xl - Cien Sonetos De Amor Era verde el silencio, mojada era la luz, temblaba el mes de Junio como una mariposa y en el austral dominio, desde el mar y las piedras, Matilde, atravesaste el mediodía.

Amo tus dones puros, tu piel de piedra intacta, tus uñas ofrecidas en el sol de tus dedos, tu boca derramada por toda la alegría, pero, para mi casa vecina del abismo, dame el atormentado sistema del silencio, el pabellón del mar olvidado en la arena. Y qué palpitaba en la noche? Eran planetas o herraduras? Debo escoger esta mañana entre el mar desnudo y el cielo? Qué me esperaba en Isla Negra? La verdad verde o el decoro? Tus Manos Cuando tus manos salen, amor, hacia las mías, Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) me traen volando?

Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto, por qué las reconozco como si entonces, antes, las hubiera tocado, como si antes de ser hubieran recorrido mi frente, mi cintura?

Subí las escaleras, crucé los arrecifes, me llevaron los trenes, las aguas me trajeron, y en la piel de las uvas me pareció tocarte. La madera de pronto me trajo tu contacto, la almendra me anunciaba tu suavidad secreta, hasta que se cerraron tus manos en mi pecho y allí como dos alas terminaron su viaje. Sistema Sombrío De cada uno de estos días negros como viejos hierros, y abiertos por el sol como grandes bueyes rojos, y apenas sostenidos por el aire y por los sueños, y desaparecidos irremediablemente y de pronto, nada ha substituido mis perturbados orígenes, y las desiguales medidas que circulan en mi corazón allí se fraguan de día y de noche, solitariamente, y abarcan desordenadas y tristes cantidades.

Un río abraza el arrabal como una mano helada que tienta en las tinieblas: sobre sus aguas se avergüenzan de verse las Amor en linea en Quebrada seca (Yoro). Yo lloro en medio de lo invadido, entre lo confuso, entre el sabor creciente, poniendo el oído en la pura circulación, en el aumento, cediendo sin rumbo el paso a lo que arriba, a lo que surge vestido de cadenas y claveles, yo sueño, sobrellevando mis vestigios morales.

Estoy solo entre materias desvencijadas, la lluvia cae sobre mí, y se me parece, se me parece con su desvarío, solitaria en el mundo muerto, rechazada al caer, y sin forma obstinada. Entrada A La Madera Con mi razón apenas, con mis dedos, con lentas aguas lentas inundadas, caigo al imperio de los nomeolvides, a una tenaz atmósfera de luto, a una olvidada sala decaída, a un racimo de tréboles amargos.

Soy yo ante tu ola de olores muriendo, envueltos en otoño y resistencia: soy yo emprendiendo un viaje funerario entre sus cicatrices amarillas: soy yo con mis lamentos sin origen, sin alimentos, desvelado, solo, entrando oscurecidos corredores, llegando a tu materia misteriosa. Poros, vetas, círculos de dulzura, peso, temperatura silenciosa, flechas pegadas a tu alma caída, seres dormidos en tu boca espesa, polvo de dulce pulpa consumida, ceniza llena de apagadas almas, venid a mí, a mi sueño sin medida, caed en mi alcoba en que la noche cae y cae sin cesar como agua rota, y a vuestra vida, a vuestra muerte asidme, a vuestros materiales sometidos, a vuestras muertas palomas neutrales, y hagamos fuego, y silencio, y sonido, y ardamos, y callemos, y campanas.

La Noche Del Soldado Yo hago la noche del soldado, el tiempo del hombre sin melancolía ni exterminio, del Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) tirado lejos por el océano y una ola, y que no sabe que el agua amarga lo ha separado y que envejece, paulatinamente y sin miedo, dedicado a lo normal de la vida, sin cataclismos, sin ausencias, viviendo dentro de su piel y de su traje, sinceramente oscuro.

Voy respirando como hijo hasta el corazón de un método obligatorio, de una tenaz paciencia física, resultado de alimentos y edad acumulados cada día, despojado de mi vestuario de venganza y de mi piel de oro. Yo peso con mis brazos cada nueva estatua, y bebo su remedio vivo con sed masculina y en silencio. Ay, de cada noche que sucede, hay algo de brasa abandonada que se gasta sola, y cae envuelta en ruinas, en medio de cosas funerales.

Guardo la ropa y los huesos levemente impregnados de esa materia seminocturna: es un polvo temporal que se me va uniendo, y el dios de la substitución vela a veces a mi lado, respirando tenazmente, levantando la espada. Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme dejaré Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) quererte poco a poco.

Si de pronto me olvidas no me busques, que ya te habré olvidado. Allí también quisiera dejar dormir mi sangre rodeando tu dulzura. Quiere llevarme: escucha cómo recorre el mundo para llevarme lejos. Escóndeme en tus brazos por esta noche sola, mientras la lluvia rompe contra el mar y la tierra su boca innumerable.

Escucha como el viento me llama galopando para llevarme lejos. Con tu frente en mi frente, con tu boca en mi boca, atados nuestros cuerpos al amor que nos quema, deja que el viento pase sin que pueda llevarme. Deja que el viento corra coronado de espuma, que me llame y me busque galopando en la sombra, mientras yo, sumergido bajo tus grandes ojos, por esta noche sola descansaré, amor mío.

Es paz la paz de la paloma? El leopardo hace la guerra? Por qué enseña el profesor la geografía de la muerte? Qué pasa con las golondrinas que llegan tarde al colegio? Es verdad que reparten cartas transparentes, por todo el cielo?

Polvo en el trigo, arena en las arenas el tiempo, el agua errante, el viento vago nos llevó como grano navegante. Pudimos no encontrarnos en el tiempo. Esta pradera en que nos encontramos, oh pequeño infinito! Pero este amor, amor, no ha terminado, y así como no tuvo nacimiento no tiene muerte, es como un largo río, sólo cambia de tierras Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) de labios. Fue adonde a mí me perdieron que logré por fin encontrarme?

Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones, converso con los sastres en sus nidos: ellos, a menudo, con voz fatal y fría, Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) y hacen huir los maleficios.

Hay un país extenso en el cielo con las supersticiosas alfombras del arco-iris y con vegetaciones vesperales: hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga, pisando una tierra removida de sepulcros un tanto frescos, yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa. Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes, vestido como un ser original y abatido: amo la miel Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) del respeto, el dulce catecismo entre cuyas hojas duermen violetas envejecidas, desvanecidas, y las escobas, conmovedoras de auxilio, en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y certeza.

Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche, compacta, digital, me favorece! He oído relinchar su rojo caballo desnudo, sin herraduras y radiante. Atravieso con él sobre las iglesias, galopo los cuarteles desiertos de soldados y un ejército impuro me persigue. Sus ojos de eucaliptus roban sombra, su cuerpo de campana galopa y golpea.

Porque la ventana que el mediodía vacío atraviesa tiene un día cualquiera mayor aire en sus alas, el frenesí hincha el traje y el sueño al sombrero, una abeja extremada arde sin tregua. Ahora, qué imprevisto paso Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) crujir los caminos? Ay, una a una, la ola que llora y la sal que se triza, y el tiempo del amor celestial que pasa volando, han tenido voz de huéspedes y espacio en la espera.

De distancias llevadas a cabo, de resentimientos infieles, de hereditarias esperanzas mezcladas con sombra, de asistencias desgarradoramente dulces y días de transparente veta y estatua floral, qué subsiste en mi término escaso, en mi débil producto? De mi lecho amarillo y de mi substancia estrellada, quién no es vecino y ausente a la vez? Un esfuerzo que salta, una flecha de trigo tengo, y un arco en mi pecho manifiestamente espera, y un latido delgado, de agua y tenacidad, como algo que se quiebra perpetuamente, atraviesa hasta el fondo mis separaciones, apaga mi poder y propaga mi duelo.

Siempre Antes de mí no tengo celos. Ven con un hombre a la espalda, ven con cien hombres en tu cabellera, ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies, ven como un río lleno de ahogados que encuentra el mar furioso, la espuma eterna, el tiempo! De dónde saca tantas hojas la primavera de Francia? Dónde puede vivir un ciego a quien persiguen las abejas? Si se termina el amarillo con qué vamos a hacer el pan? Hay entre ciencias de llanto un altar confuso, y en mi sesión Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) atardeceres sin perfume, en mis abandonados dormitorios donde habita la luna, y arañas de mi propiedad, y destrucciones que me son queridas, adoro mi propio ser perdido, mi substancia imperfecta, mi golpe de plata y mi pérdida eterna.

Quién hizo ceremonia de cenizas? El hueso del padre, la madera del buque muerto, y su propio final, Amor en linea en Quebrada seca (Yoro) misma huida, su fuerza triste, su dios miserable?

Acecho, pues, lo inanimado y lo doliente, y el testimonio extraño que sostengo con eficiencia cruel y escrito en cenizas, es la forma de olvido que prefiero, el nombre que doy a la tierra, el valor de mis sueños, la cantidad interminable que divido con mis ojos de invierno, durante cada día de este mundo. Los animales ingenieros de cavidades y ranuras no podrían hacerse cargo de estas lejanas inspecciones?

Iv Cuando he llegado aquí se detiene mi mano.


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